Tras las fiestas y las comilonas navideñas, inaugurar el año con unos kilos de más es casi ya una tradición. De media, engordamos entre 2 y 4 kilos en estas fechas por lo que el comienzo de año suele convertirse en un plan de ayuno forzoso.
Sin embargo, no debemos alarmarnos y dejarnos engatusar por alguna de las conocidas “dietas milagro”. El truco está en volver a una rutina de hábitos saludables y si nos falta fuerza de voluntad, contratar la ayuda de un profesional.
Nuestra dietista y profesional Olaia Castro nos da una serie de consejos para que esta cuesta de enero se nos haga un poco menos dura.
Aumenta el consumo de verduras.
La mitad de nuestro plato debe contener verduras, tanto en la comida como en la cena. Son muy recomendables las verduras depurativas ricas en potasio: espárragos, calabaza, cebolla, apio, alcachofas etc.
Toma caldos vegetales.
Los caldos aportan gran cantidad de vitaminas, favorecen la digestión y estimulan la función renal.
Utiliza más habitualmente el jengibre.
Es un alimento a tener más en cuenta ya que facilita la digestión y nos ayuda a expulsar aires, eliminando así la pesadez. ¿No sabes qué uso darle? Añádelo a tus infusiones o rállalo e inclúyelo en tus ensaladas.
Deshazte de todos los dulces sobrantes que tengas en casa.
No somos de piedra, y verlos ahí todos los días nos hará caer en la tentación en un momento u otro. ¡Elimínalos!
Planifica la lista de la compra.
Antes de ir al supermercado debemos pensar bien qué comidas y cenas vamos a hacer y realizar la compra según este esquema. Otro punto importante es acudir con el estómago lleno, ya que está comprobado que cuando vamos a comprar con el estómago vacío tendemos a elegir productos que no necesitamos o que no debemos consumir.
Cambia los productos refinados por cereales integrales.
Alimentos como la quinoa o el arroz integral son muy beneficiosos para la salud, nos aportan fibra, nutrientes y tienen un índice glucémico menor.
No te saltes ninguna comida.
Puede que algunos piensen que no comer ayuda a adelgazar. Pero esto no puede estar más lejos de la realidad, lo que tenemos que hacer es mantener activo el aparato digestivo, es tan malo comer mucho en cada comida, como no comer nada. El truco no está en comer menos, sino en comer mejor.
Proponte una rutina de ejercicios.
Llevar una dieta equilibrada es importante pero también lo es hacer ejercicio físico. El 20% de unos hábitos saludables corresponden al desempeño de una rutina de actividades físicas. Por ello, debemos retomar estos hábitos y si no los tenemos, empezar poco a poco a incluirlos en nuestro día a día. Es mejor hacer algo que podamos mantener en el tiempo que ponernos objetivos muy altos que no vayamos a cumplir.
Todo estos son hábitos fáciles de llevar a cabo y que podemos incluir sin mayor problema en nuestra rutina diaria. Lo importante a la hora de comprometernos con un reto alimentario como éste es no perder la constancia y ponernos objetivos que podamos conseguir. De otra forma, nos frustraremos y terminaremos por incumplir todo lo planeado.
Si además de estos consejos quieres más información, entra en nuestro apartado de Dietética y Nutrición de la web o contacta con nuestra nutricionista mandándole un correo a dietetica@la-perla.net. ¡Estaremos encantados de ayudarte!